El pasado 4 de septiembre asumí la presidencia de la Asociación Nacional de Profesionales del Cabildeo y Asuntos Públicos (PROCAB). Además del honor que esto representa por la propia actividad, este nombramiento es un enorme orgullo para mí en el ámbito personal, al convertirme en representante de una actividad que inició mi padre en el país. En ese sentido, lo anterior no sólo implica una gran satisfacción sino una enorme responsabilidad, ya que el compromiso que tengo no es sólo por fortalecer y posicionar los asuntos públicos, sino también por seguir los pasos de alguien a quien admiro tanto con la mayor dedicación y en búsqueda de los mejores resultados.
Fue justamente mi padre, Gustavo Almaraz Montaño, quien me enseñó los pilares de los asuntos públicos, “comunicar, informar e influir”, pero aún más importante, me inculcó que éstos siempre deben de estar regidos por fundamentos éticos y de transparencia. Comunicar para transmitir las preocupaciones, intereses y sugerencias de la ciudadanía, incluyendo empresas y sociedad civil organizada. Informar para acercar evidencia, información precisa y datos técnicos a los tomadores de decisión para garantizar procesos educados. E influir a través de la búsqueda de acercamientos y procesos incluyentes y democráticos donde se fomente una inclusión de diversos sectores a las discusiones.
Foto: Revista Gerente, 2022. “Los doce deseos de los empresarios para este año nuevo 2022”. https://bit.ly/3Rtziky.
Los tres pilares mencionados representan la base sobre la que se construyen las estrategias, relaciones e interacciones que buscan influir en los procesos creación, transformación y mejora de políticas públicas. Por ello, mi plan de trabajo al frente del PROCAB, el cual aprovecharé para describir a continuación, considerará en todo momento estos elementos, garantizando que el cabildeo y los asuntos públicos sean entendidos y ejecutados bajo los más altos estándares de transparencia y confiabilidad.
El primer eje de mi plan de trabajo será el fortalecimiento de la actividad. Si bien en muchos contextos el cabildeo ha sido malentendido e incluso se sigue percibiendo con cierta connotación negativa, la realidad es que el objetivo del mismo es brindar a los tomadores de decisiones información clara y precisa para nutrir los procesos de los poderes públicos. En ese sentido, es importante recordar que el centro de la creación de políticas públicas debe ser la evidencia, la cual es un elemento clave de los profesionales que nos dedicamos a los asuntos públicos. Por ello, a través de nuestro trabajo, buscamos acercar información precisa, técnica y objetiva para acompañar los procesos, con el fin de que los legisladores y autoridades cuenten con el panorama más completo posible para la creación y modificación de políticas públicas.
Al frente de la Asociación buscaré fortalecer la idea de que los asuntos públicos no sólo permiten nutrir los procesos, sino que también ayudan a que exista mayor transparencia y responsabilidad por parte del gobierno. A través del relacionamiento con autoridades y legisladores, las empresas y organizaciones se involucran en los procesos de decisión, generando que éstos se realicen de manera abierta para la ciudadanía. Lo anterior genera beneficios no sólo para el quehacer público, sino también permite generar confianza e interlocución con el gobierno, factores que resultan indispensables para mantener una democracia sólida y sana.
En un mundo de cambio constante y cada vez más rápido, es muy difícil esperar que todos los actores involucrados se encuentren perfectamente informados de todos los temas. De la misma manera, navegar y comprender los cambios políticos y sus implicaciones requiere de un entendimiento profundo que pueda ayudar a las empresas y a la sociedad civil en general a tomar decisiones en el momento oportuno. Por ello, el segundo eje de mi plan de trabajo es la comprensión del entorno.
Por un lado, la participación de la ciudadanía resulta indispensable para la construcción de procesos legítimos que culminen en los mejores resultados posibles. Las organizaciones civiles, el sector privado y en general todas las personas tienen en sus manos la capacidad de acercar a los tomadores de decisiones la información precisa para contribuir a procesos informados y a un mejor entendimiento de las implicaciones de su trabajo, al mismo tiempo que esto contribuye al fortalecimiento de nuestra democracia. A su vez, dichos grupos se ven beneficiados al contar con asesoría y acompañamiento de quienes nos dedicamos a estudiar el quehacer público, incluyendo los tiempos, momentos y actores encargados de abanderar los distintos temas.
A través de la labor de quienes nos dedicamos a los asuntos públicos, se busca garantizar que las discusiones e instrumentos respondan a las necesidades de la sociedad, al mismo tiempo que se generan los mecanismos de creación conjunta, por ejemplo, a través de parlamentos abiertos o procesos de consulta. En virtud de ello es que el tercer eje de mi plan de trabajo es el impulso a la asociación.
Antes de concluir quisiera agradecer la labor de todos los presidentes que me han antecedido y con quienes he tenido la fortuna de colaborar. Asimismo, compartir que en esta posición como Presidente de PROCAB, me acompañará una profesional con la mayor y más sólida experiencia, Erika Martínez, quien fungirá como Directora Ejecutiva. Por último, aprovecho para señalar que en los días porvenir confirmaré la configuración de la Mesa Directiva, donde sin duda todas y todos tendrán un papel clave en el desarrollo del plan que brevemente compartí.
Una reflexión final. El cabildeo y los asuntos públicos se encuentran en proceso de consolidación. La coyuntura actual demanda más que nunca de la participación ciudadana, de un acompañamiento informado y de nuevas perspectivas que nos permitan enfrentar con todas las herramientas necesarias el desafiante contexto actual. Por ello, mediante caminos legales y legítimos, a través de PROCAB buscaremos influir y garantizar la ejecución de procesos representativos, transparentes y dignos, con el fin último de contribuir a la calidad democrática del país.
Este artículo fue escrito por Gustavo Almaraz Petrie, Presidente Ejecutivo en Grupo Estrategia Política y Presidente de PROCAB.
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